En Japón hay dos bebidas por excelencia. Una de ellas es el té, más en concreto el té verde y otra, quizás la más internacional es el sake.
En realidad, con la palabra “sake” los japoneses denominan a las bebidas alcohólicas. No obstante, en occidente identificamos el sake como el vino de arroz, que en realidad para ellos se llama nihonshu. Lo cierto es que el sakese produce a partir de la fermentación del arroz.
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Como tantas otras cosas en Japón, los tipos de sake son muy variados e igualmente ocurre con los modos de servirlos, de hecho hay sakes que se deben beber fríos, mientras que otros son adecuados para tomarlos a temperatura ambiente e incluso calientes.
Y hasta se usa y se bebe el sake de modo ritual. Si bien, la verdad es que si viajáis a Japón veréis su consumo de un modo mucho más cotidiano, si bien hay bares especializados en sake que rodean su venta y consumo de toda la parafernalia ceremonial a la que tan aficionada es la cultura japonesa.
No obstante, si tenéis la oportunidad de ir a cenar con un grupo de japoneses, veréis que junto a tanta ceremonia también hay un importante apetito por sus efectos alcohólicos. Pese a ello, veréis que ningún comensal de la mesa se sirve a sí mismo, mientras que llena los vasos de los otros, esperando que alguno llene el suyo. Un consejo, si tu resistencia al alcohol no es muy alta, trata de evitar la competición de bebedores a la que te pueden someter, porque te acabarán tumbando, porque los japoneses cuando empiezan a beber, lo llegan a hacer sin límite y hasta que su físico aguante.
Os dejamos con este video donde prueban y explican varios sakes.