Uno de los castillos más bonitos del mundo se encuentra en Japón, su nombre, como bien indica el título es Himeji y además de tener un colorido especial también es el mejor conservado hasta la fecha.
Curiosamente si nos metemos más de lleno en la historia del Castillo podemos decir que actualmente compite con el parque Hirosaki por ser el lugar idóneo para ver florecer el cerezo de Japón.
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Según narra la historia, Norimura construyó la primera fortificación en el año 1333, aprovechando el monte Himeyama, no obstante no fue hasta 2 siglos más tarde cuando Hideyoshi reformó totalmente el Castillo construyendo una torre principal con 3 plantas entrelazadas con murallas en forma de laberinto.
Sin duda alguna gracias a su increíble construcción la UNESCO fue la encargada de nombrarlo Patrimonio de la Humanidad, aunque detrás de este título hay innumerables historias imborrables, algunas con muy poca fortuna, no obstante casualmente este Castillo nunca fue conquistado debido a su gran número de calles amuralladas, por lo que cualquiera que quisiera hacerlo no llegaría con vida hasta el foco principal del Castillo.
Después de que adoptaran estas medidas estratégicas para que nadie pudiera llegar hasta las escaleras de acceso, el mundo tomó justicia y fue a finales de la Segunda Guerra Mundial cuando el ejército aliado bombardeó por completo toda la ciudad de Himeji, quemando todos los alrededores del Castillo.
Curiosidades del Castillo Himeji
Curiosamente el Castillo pudo sobrevivir a duras penas, y eso que también recibió numerosos atentados con bombas, pero por suerte ninguna llegó a explotar, quedando incrustadas en el último piso de la fortaleza.
Pero si hay algo realmente sorprendente eso fue lo que ocurrió en el año 1995, cuando la ciudad sufrió un brutal terremoto, el terremoto “Kobe”. A duras penas el Castillo de Himeji logró sobrevivir, quedando en evidencia que la resistencia que ofrecía era de otro planeta, motivo más que de sobra para que millones de turistas lo visiten diariamente y es que sin duda además de la estética que ofrece también esconde un pequeño secreto.
En su jardín se encuentra un gran cerezo que va floreciendo conforme van pasando los días del año, ya es tradición ir a visitar el Castillo y hacerte una foto junto al árbol demostrando con creces que has estado oficialmente en la zona.
Hasta el 27 de marzo de 2015 el castillo estuvo en obras de remodelación por lo que no se podía acceder al interior, pero actualmente se encuentra abierto y lo puedes visitar.
En Japón hay una gran cantidad de cosas curiosas por ver y muchos atractivos turísticos como este famoso castillo, por eso te recomendamos que cuando vayas a viajar a Japón planifiques bien tu viaje para que te dé tiempo a hacer lo máximo posible porque no te dará tiempo a verlo todo.